EUROPA
PRESS
28 diciembre
2018
¿Cómo
reduce el ejercicio la grasa abdominal?
Entre los propósitos de Año Nuevo es
muy común el de ir al gimnasio para combatir esa molesta grasa abdominal; pero
¿sabes cómo produce ese efecto tan deseado la actividad física? Una molécula de
señalización llamada interleucina-6 juega un papel
crítico en este proceso, según informa un equipo de investigadores en la
edición de este jueves de la revista 'Cell Metabolism'.
Como se esperaba, una intervención de 12 semanas que consistía
en ejercicio con bicicleta disminuyó la grasa abdominal visceral en adultos
obesos. Pero, notablemente, este efecto se eliminó en los participantes que
también fueron tratados con tocilizumab, un
medicamento que bloquea la señalización de la interleucina-6
y actualmente está aprobado para el tratamiento de la artritis reumatoide.
Además, el tratamiento con tocilizumab aumentó los
niveles de colesterol independientemente de la actividad física.
"El mensaje general es que hay que 'hacer
ejercicio'", dice la primera autora Anne-Sophie Wedell-Neergaard, de la Universidad de Copenhague, Dinamarca.
"Todos sabemos que el ejercicio promueve una mejor salud, y ahora también
sabemos que el entrenamiento regular disminuye la masa abdominal y, por lo
tanto, también el riesgo de desarrollar enfermedades cardio-metabólicas",
subraya.
La grasa abdominal está vinculada con mayor riesgo no solo
de enfermedad cardio-metabólica, sino también de
cáncer, demencia y mortalidad por todas las causas. La actividad física reduce
el tejido adiposo visceral, que rodea los órganos internos de la cavidad
abdominal, pero los mecanismos subyacentes no han estado claros. Algunos
científicos han propuesto que una hormona de "lucha o huida" llamada
epinefrina media en este efecto.
Sin embargo, Wedell-Neergaard y la coautora autora del estudio Helga Ellingsgaard, de la Universidad de Copenhague, sospecharon
que la interleucina-6 también podría jugar un papel
importante porque regula el metabolismo energético, estimula la descomposición de
las grasas en personas sanas y se libera del músculo esquelético durante
ejercicio.
Para probar esta idea, los científicos llevaron a cabo un
ensayo de un solo centro de 12 semanas en el que asignaron al azar a adultos
obesos abdominales a cuatro grupos. Un total de 53 participantes recibieron
infusiones intravenosas de tocilizumab o una solución
salina como placebo cada cuatro semanas, combinadas con ningún ejercicio o una
rutina de hacer bicicleta que consistía en varias sesiones de 45 minutos cada
semana. Los científicos utilizaron imágenes de resonancia magnética para
evaluar la masa de tejido graso visceral al principio y al final del estudio.
La interleucina-6 tiene un papel en la regulación de la masa
grasa visceral
En los grupos de placebo, el ejercicio redujo la masa de
tejido graso visceral en un promedio de 225 gramos, o el 8 por ciento, en
comparación con ningún ejercicio. Pero el tratamiento con tocilizumab
eliminó este efecto. En los grupos de ejercicio, tocilizumab
también aumentó la masa de tejido graso visceral en aproximadamente 278 gramos
en comparación con el placebo. Además, tocilizumab
elevó el colesterol total y el colesterol "malo" de lipoproteínas de
baja densidad (LDL) en comparación con el placebo, tanto en el grupo de
ejercicio como en el grupo que no hizo actividad física.
"Por lo que sabemos, este es el primer estudio que
demuestra que la interleucina-6 tiene un papel
fisiológico en la regulación de la masa grasa visceral en los humanos",
dice Wedell-Neergaard. Los
autores señalan que el estudio fue exploratorio y no tuvo la intención de
evaluar un tratamiento dado en un entorno clínico.
Para complicar las cosas, la interleucina-6
puede tener efectos aparentemente opuestos en la inflamación, dependiendo del
contexto. Por ejemplo, se observan subidas crónicas de bajo grado de interleucina-6 en pacientes con obesidad grave, diabetes
tipo 2 y enfermedad cardiovascular. "Las vías de señalización en las
células inmunitarias versus las células musculares difieren sustancialmente, lo
que da como resultado acciones proinflamatorias y
antiinflamatorias, por lo que la interleucina-6 puede
actuar de manera diferente en personas sanas y enfermas", explica Wedell-Neergaard.
En estudios futuros, los científicos probarán la posibilidad
de que la interleucina-6 afecte a si se utilizan las
grasas o los carbohidratos para generar energía en diversas situaciones y si
más interleucina-6, potencialmente administrada como
una inyección, reduce la masa de grasa visceral por sí sola. "Necesitamos
entender más a fondo este papel de la interleucina-6
para discutir sus implicaciones", afirma Wedell-Neergaard.
Mientras tanto, los
autores tienen algunos consejos prácticos de ejercicios durante las vacaciones.
"Es importante enfatizar que cuando comienzas a hacer ejercicio, puedes
aumentar el peso corporal debido al aumento de la masa muscular, afirma Wedell-Neergaard. Entonces,
además de medir tu peso corporal total, sería útil, y quizás más importante,
medir la circunferencia de la cintura para hacer un seguimiento de la pérdida
de masa grasa visceral y mantenerte motivado".